"La bacanería" en el barrio San Diego.La vigencia del cine como arte e instrumento de conocimiento, tanto de los individuos como de los pueblos, quedó evidenciado en el pasado Festival de Cine de Cartagena. La seriedad y profundidad del abordaje a las temáticas, la gran calidad técnica, la exquisitez estética y la fluidez narrativa de los realizadores latinoamericanos nos permite decir que el cine en nuestro vecindario está pasando por un buen momento. Se destaca igualmente la cantidad y calidad de películas colombianas.
El ambiente lleno de cordialidad entre los cineastas de los diferentes países latinoamericanos contrastaba con el de incertidumbre y de guerra que se vivía en el continente. Esto demuestra una vez más que el arte es una herramienta espiritual que nos humaniza, nos hace personas propensas al diálogo y la tolerancia.
El ambiente lleno de cordialidad entre los cineastas de los diferentes países latinoamericanos contrastaba con el de incertidumbre y de guerra que se vivía en el continente. Esto demuestra una vez más que el arte es una herramienta espiritual que nos humaniza, nos hace personas propensas al diálogo y la tolerancia.
"La bacanería" en el barrio Getsemaní. Tuvimos la oportunidad de aceptar la invitación de participar con la nueva versión de la Bacanería en la Muestra de Cine Caribe, tanto en su evento teórico(http://www.festicinecartagena.org/noticia.php?Id=167 ) como en las presentaciones en los barrios San Diego, Getsemaní y La Boquilla en el programa ‘Cine bajo las estrellas’. Debo expresar mi complacencia por el grado de participación de los vecinos y su entusiasmo por el cine.
"La bacanería " en "La Boquilla, barrio de pescadores de la ciudad de Cartagena."Felicitaciones a los organizadores del festival por la importante labor de mantener vivo el interés por el séptimo arte en nuestro medio y fomentar la creación de un público alterno al de los circuitos comerciales.
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